sábado, 12 de mayo de 2012

Encuentro fortuito

... y si tú me avisas, yo cuido de ti


Se cruzaron un día, por casualidad. Él le preguntó “¿qué tal estás?” y, tras tanto tiempo sin verse, le bastó ver la cara de ella para saber, con una sola mirada, todo lo que había ocurrido en su vida los últimos meses. Se abrazaron sin decir nada y, por primera vez en mucho tiempo, ella se sintió tranquila y segura y tuvo un motivo para sonreír.